Sufrir un ictus no conlleva finalizar la vida sexual
de la persona. Las personas que han sufrido un ictus tienen dudas referentes a
si podrán tener relaciones sexuales, si la función sexual estará afectada, si será
un riesgo para tener otro ictus o si la medicación afectara la función sexual. Tras
el ictus las sensaciones del cuerpo pueden cambiar, por que puede estar
afectada la sensibilidad de alguna parte de su cuerpo o no ser consciente de
esa parte del cuerpo, como también puede estar afectada la comunicación, tener
dificultad en los movimientos, estar alterada la percepción, tener ansiedad,
depresión y cambios en la imagen corporal, pueden originar dificultades en la
sexualidad.
Los problemas que más frecuentemente aparecen en
ambos sexos son la disminución de la libido (deseo sexual) y la falta de
interés por el sexo. En los hombres los problemas más frecuentes son impotencia
y disminución de la libido, mientras que en las mujeres es la disminución de la
libido. Se ha de tener en cuenta que estos problemas se relacionan más con el estado
anímico y la salud psicosocial.
La relación que se establece entre la pareja después
del ictus es de vital importancia: no
infantilizar a la persona que ha sufrido un ictus debido a las secuelas ya que
puede necesitar ayuda en las actividades básicas de la vida diaria y tener
miedo a que pueda repetirse el ictus durante las relaciones sexuales, suelen
ser las razones más frecuentes para que aparezca un desinterés sexual.
Los factores que pueden explicar la disfunción
sexual después del ictus suelen ser la actitud general ante la propia sexualidad,
el temor a la impotencia, la incapacidad para hablar y discutir sobre la
sexualidad, la falta de voluntad para participar en un acto sexual, y finalmente
el grado de incapacidad funcional. Hablar abiertamente sobre el deseo sexual de
la pareja y de los miedos de cada uno abre las puertas para tener relaciones más
distendidas.
Saber, que cuando vayan a tener relaciones sexuales
las personas que han sufrido un ictus deben disponer de tiempo suficiente, se aconseja
que estén descansados, un buen momento puede ser al despertar, que vacíe previamente
la vejiga urinaria para estar más confortable. Cuando haya alteración del tacto
es mejor el acercamiento por el lado no afectado y si tiene sensaciones
diferentes a los estímulos proporcionados o son desagradables, evitarlos.