domingo, 25 de mayo de 2014

INTERVENCIÓN ENFERMERA EN LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE. DISARTRIA

La disartria es una alteración de la programación y/o ejecución motora del habla, afecta a los mecanismos implicados en el habla, como son la respiración, la fonación, la resonancia, la articulación y la prosodia. Es el trastorno comunicativo más importante de la EM, el 44% de pacientes han experimentado cambios en el habla o en la voz.

Búsqueda bibliográfica:
-          Beukelman, Arch Physical Med & Rhb 1985. Es el trastorno  comunicativo más importante en la EM.
-           Darley, Neurology 1972. Un 44% de 168 personas encuestadas experimentó cambios en el habla o la voz desde el inicio de la EM.
-          Yorkston, Austin: Pro-Ed.1995. Atendiendo al nivel de severidad de la afectación de los mecanismos del habla se distinguen tres niveles diferentes: disartria leve, moderada y severa. La disartria leve se caracteriza por una mayor afectación de la cualidad vocal, la voz puede ser inestable y áspera empeorando a medida que aparece la fatiga. En la disartria moderada se le añaden  los trastornos prosódicos, en forma de enlentecimiento de la tasa de habla y patrones acentuales silábicos equitativos y excesivos. En la disartria severa el habla natural no es un medio de comunicación funcional precisando otros sistemas de comunicación alternativos.
-          Duffy, 1995; Hartelius et al., 2000. Las personas con EM pueden presentar tanto una disartria de forma aislada, espástica o atáxica, como una disartria mixta que incluya los componentes de las dos anteriores, esto es, una disartria espástico-atáxica.

Foto: http://fermanzanilla.mx/wp-content/uploads/2013/03/hablar.jpeg

Evaluación:
-          Determinar la naturaleza, inicio, duración y gravedad de la disartria.
-          Describir las características sintomáticas del problema del habla: de forma genérica, la disartria espástica se caracteriza por una tasa de habla enlentecida, acentuación excesiva y equitativa de las sílabas, imprecisión consonántica, distorsión vocálica, hipernasalidad, frases cortas, reducción de la acentuación, tono agravado y voz áspera, tensa y estrangulada; mientras que la disartria atáxica presenta prolongación de fonemas, distorsión vocálica, imprecisiones articulatorias, rupturas irregulares del habla, tasa de habla enlentecida, acentuación excesiva y equitativa y voz monotonal y monointensa.
-          Determinar si los problemas para hablar pueden producir insuficiencia respiratoria y cambios en las actividades sociales o lúdicas.

Intervenciones no farmacológicas:
-          Derivación a logopedia para llevar a cabo un programa de rehabilitación para abordar los problemas del habla en pacientes con EM.
-          Rehabilitación de los diferentes mecanismos del habla como la respiración, articulación, fonación y elementos prosódicos. (Farmakides y Boone, 1960; Caligiuri y Murry, 1983; Hartelius et al., 1997; Smeltzer et al., 1996).


Intervención enfermera: conocer los rasgos característicos, grados y tipos de disartria. 
Ante la detección de disartria se debe consultar con logopedia la actitud a tomar. 
Informar al paciente de los problemas del habla. 
Ayudar y recordar al paciente a llevar a la práctica las recomendaciones del logopeda: ejercicios motores orales, ritmo y velocidad del habla adecuados, estrategias nuevas para ayudar al paciente a comunicarse, cantar, gestos manuales y faciales, uso de dispositivos asistenciales como ordenadores y/o tableros (tablet).